LITERATURA LATINA: MARCIAL Y EL EPIGRAMA
El epigrama es una composición poética breva que expresa un único pensamiento, de carácter festivo o satírico, de forma ingeniosa. Tiene su origen en la literatura griega de época helenística.
El principal representante es Marco Valerio Marcial, que dotó al género de las características que lo definen aún hoy: comicidad, ingenio y brevedad.
La longitud de los epigramas varía de un dístico hasta más de diez versos.
Los temas son muy variados: simposiacos (relacionado con los banquetes), funerarios, dedicatorias, descripciones de obras de arte, polémicas literarias, cuestiones personales o sociales.
Es una poesía ligera. Marcial pretende, sobre todo, divertir con su ingenio. Ninguna clase social escapa de la miseria o de los comportamientos ridículos. Marcial se nos presenta como un observador imparcial y raramente condena conductas. No es moralista.
SOBRE MARCIAL
Nació en Bilbilis en la Hispania Tarraconense en el I d.C.
Se trasladó siendo muy joven a Roma donde entró en contacto con Séneca y Lucano y donde tuvo la protección de importantes personajes de la época.
En el año 80, con ocasión de la inauguración del Coliseo, publicó la obra Liber de spectaculis, dedicada al emperador Tito. Consta de doce libros de epigramas y de dos libros autónomos titulados Xenia y Apophoreta, que eran composiciones que acompañaban a regalos.
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