LA TRAGEDIA GRIEGA: ORIGEN Y EVOLUCIÓN
La producción teatral griega nos ha llegado escindida en tres subgéneros: tragedia, comedia y drama satírico.
EL TEATRO Y SU RELACIÓN CON LAS FIESTAS
El teatro griego se origina vinculado a las fiestas populares de carácter religioso y agrario. En ellas participaban los κῶμοι, grupos de personas disfrazadas que cantaban y bailaban temas relacionados con la divinidad o el héroe en honor al cual se celebraba la fiesta. Aquí ya encontramos los elementos rituales que después aparecerán en el teatro: el disfraz y la máscara, el canto, la música y la danza.
ORIGEN DEL CORO
Los κῶμοι se transformarán en el coro, que es realmente el núcleo del teatro. Una prueba de esta importancia es que en muchas de las obras el coro da nombre al título: Danaides, Persas, Suplicantes, Euménides, Coéforas, Avispas, Nubes, Acarnienses, etc.
El coro representa a los ciudadanos del lugar donde transcurre la acción. En la tragedia se identifica con el héroe, pero sin tomar partido por ninguna de las dos ideas que se contraponen en los agones. El papel del coro irá evolucionando y ya en la comedia nueva, aunque sigue apareciendo, se convierte en algo simbólico.
RELACIÓN DEL TEATRO CON OTROS GÉNEROS
El teatro recibe de la épica su riqueza temática. Los que fueron héroes épicos se convierten en protagonistas de la tragedia, como Agamenón o Edipo.
De la lírica toma el teatro elementos como la métrica y el tono de muchas partes, especialmente en las intervenciones del coro y en los solos líricos, en los que encontramos himnos, trenos, peanes, etc.
Como rasgos propios podemos considerar los elementos miméticos (la representación) y dialógicos, así como el agón, que es el elemento básico de la acción. El agón son los sucesivos enfrentamientos entre los protagonistas hasta el desenlace.
ORÍGENES ESPECÍFICOS DE LA TRAGEDIA
Aristóteles en su Poética relaciona el origen de la tragedia con los cantores de ditirambos, para alcanzar posteriormente una forma más grave y extensa.
Hacía mediados del siglo VI a.C., con motivo de un concurso organizado por Pisístrato, para dar mayor esplendor a la fundación de las Grandes Dionisias, Tespis introduce el primer actor (ὑποκριτής) frente al coro de cantores de ditirambo, con lo que tendríamos el germen de la tragedia.
El número de coreutas (miembros del coro) paso de 12 a 15 con Sófocles y el de actores, según Aristóteles en su Poética, pasó con Esquilo de uno a dos y con Sófocles de dos a tres.
SOBRE EL TÉRMINO "TRAGEDIA"
Ha sido muy debatido el verdadero significado de la palabra tragedia.
El término griego τραγῳδία puede significar:
a) canto de los machos cabríos.
b) concurso de canto cuyo premio es un macho cabrío.
c) canto en sacrifio de un macho cabrío.
El sátiro o el sileno, mitad hombre, mitad macho cabrío, era una figura mitológica que existía en Grecia antes incluso de la introducción de los cultos a Dionisio. Estas figuras eran el prototipo de la lascivia, relacionadas con los bosques y la naturaleza. Con el comienzo de los cultos a Dioniso, los sátiros pasaron a formar parte del cortejo de este dios.
DIONISO Y LA TRAGEDIA
Las tragedias se representaban en Atenas con motivo de las fiestas a Dioniso. Ya hemos visto cómo Pisístrato fundaba en el siglo VI las Grandes Dionisias y traía el culto del dios a la ciudad. Tenían lugar en un teatro de madera en la ladera sur de la Acrópolis. Muy cerca sería construido el teatro de Dionisio en el siglo IV a.C. a instancias de Licurgo.
Otras festividades donde se realizaban representaciones teatrales son las Leneas, también en honor a Dionisio, celebradas en Atenas en el mes de Gamelion, que correspondería a nuestro mes de enero-febrero.
Por otra parte, en cuanto al contenido de las tragedias, excepto el de Bacantes de Eurípides, no conservamos ninguna otra de contenido dionisiaco, aunque sí sabemos que existieron. Las tragedias representadas no eran actos de culto, sino que solo formaban parte de la fiesta, como otros eventos
FUNCIÓN DE LA TRAGEDIA
Las tragedias se representaban en los distintos festivales dramáticos no como mera diversión sino como una forma pública y política de enseñar al pueblo. Su temática servía de aprendizaje y purificación para los espectadores: la representación de un tema angustioso que afecta a toda la comunidad, de unos héroes que, por abusar de su poder o por poner sus intereses por encima de los de la ciudad, fracasan o mueren, por grandes que hayan sido sus méritos.
La tragedia vivirá su momento de esplendor durante la democracia en el siglo V a.C. con los tres grandes tragediógrafos: Esquilo, Sófocles y Eurípides, que estudiaremos individualmente. El fin de la democracia será el fin de la tragedia.
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