VIRGILIO
Dante y Virgilio de Delacroix (Museo del Louvre) |
Virgilio (70-19 a.C.) es, sin discusión, el gran poeta de Roma. Así fue reconocido ya en vida por sus contemporáneos, así lo consagró la tradición escolar posterior y así se reitera en la actualidad. T. S. Eliot lo considera el clásico por excelencia. Surge en el momento de mayor madurez de la literatura romana, cuando acaba de producir su mayor clásico en prosa, Cicerón, y en un pueblo que tiene que exponer sus logros literarios ante el exigente espejo de la cultura más evolucionada como es la griega. Además vive en un periodo histórico decisivo, cuando Roma está a punto de acabar consigo misma en el inmenso baño de sangre que supusieron las guerras civiles.
Virgilio, que además de poeta siempre fue un pensador, parte de ideas estéticas exigentes en lo técnico, pero poco comprometidas con la comunidad de ciudadanos, y de una visión más bien epicúrea del mundo, en la que el tráfago político cotidiano tiene menos cabida que lo humano en general. Sin embargo, ya en sus Bucólicas, para algunos un monumento al escapismo poético, se va implicando en la historia contemporánea, confirmando esta evolución en las Geórgicas, donde muestra un pensamiento y una estética más solidarios y menos individualista, a propósito de un tema como el del cultivo de la tierra, que podría haber admitido un tratamiento más técnico y neutral. Con la Eneida alcanza la cumbre de su madurez como poeta.
La épica antigua, griega o romana, tenía que definirse con respecto a Homero, y toda la poesía de la época de Virgilio, respecto de Augusto y su régimen. A diferencia de todos los demás que practicaban las maneras homéricas en material distinto (historia contemporánea romana, con dioses oráculos, sueños, tempestades, catálogos, combates singulares, etc.), Virgilio no rehuyó el material homerico (idénticos héroes, la misma leyenda troyana, infinidad de versos y de temas trasladados a versos latinos) con propósitos distintos, entender la historia contemporánea reciente y las guerras civiles. Sin embargo, a través del material extraño -el viaje y la misión de Eneas-, la historia reciente adquiere profundidad mítica, las imágenes épicas tradicionales se adaptan a un sentido para el que no estaban pensadas, y de esta manera Virgilio dice mucho más que Homero con material casi idéntico, revitalizando una forma muerta, y habla en favor del nuevo régimen menos clara e inequívocamente de lo que Augusto hubiera querido, gracias a las palabras, comparaciones y personajes homéricos.
Antología de la Literatura Latina (Alianza Editorial)
CUESTIONES
1. ¿En qué época dentro de la historia de Roma situarías a Virgilio?
2. ¿Qué lugar ocupa en la historia de la literatura?
3. Completa el cuadro con las obras de Virgilio.
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